viernes, 22 de abril de 2011

Lo sé....

No soy lo que buscas, no tengo el pelo corto ni tengo bonita piel. Soy medio alta, en realidad no llego al metro setenta, aunque con tacones lo sobrepaso. Si salimos a cenar yo no pediré una ensalada, como ella, a mi no me dan miedo las calorías. Y si paseamos tomaré un helado,  me encantan las cosas dulces, en cambio yo no lo soy tanto pero si  decido serlo quizás decidas comerme tu a mi, eso está por ver.
Siempre pierdo al billar, pero soy un as jugando a hacer el tonto para divertirme. Es cierto que a veces miento, pero mis mentiras son tan creíbles que ni te darás cuenta. Lloro demasiado, pero soy tan payasa que en ocasiones te dolerá cada centímetro del cuerpo de tanto reírte. Tengo una risa tan vital que cuando la oigas estarás siempre al acecho para oírla otra vez.. 
No se dibujar, y siempre envidie a todo aquel que sabe hacerlo. Soy incapaz de estarme quieta, no hablo demasiado y me enfado muy deprisa,  aunque se me pasa muy rápido. Escribo frases en los márgenes de los libros y nunca me acuerdo de llamar al día siguiente. Lo que puedo prometerte es que no te aburrirás conmigo,  te volveré loco y querrás salir corriendo de lo pesada que me pongo a veces, pero no podrás porque soy como una droga y tendrás adicción. 
Soy impredecible, vivirás sin saber lo que te espera conmigo. Puede que me quede contigo cien años o puede que me dejes mañana y me vaya a que me receten otro novio, eso no lo sabes. 
Tambien te darás cuenta, con el tiempo, de que soy algo caprichosa y muy coqueta tambien, para que negarlo. Te querré locamente y me equivocaré al decirlo para que lo entiendas al revés, soy muy vergonzosa. Canto en la ducha y escribiré tu nombre en la arena todos los veranos.
No te prometo que nos vaya bien, pero pondré toda mi alma en que lo nuestro funcione. 
NO HABRÁ VUELTA ATRÁS.
Eso sí, JAMÁS seré como esperas que sea.


jueves, 14 de abril de 2011

Maldita dulzura la tuya...


Me hablas de ruina y espina
te clavas el polvo en la herida
me culpas de las alturas
que ves desde tus zapatos.

No quieres hablar del tiempo
aunque este de nuestro lado.
Y hablas para no oirme
y bebes para no verme
yo callo y río y bebo
no doy tregua ni consuelo
y no es por maldad lo juro
es que me divierte el juego.

sábado, 2 de abril de 2011